La comunidad trans de los Estados Unidos vuelve a ser protagonista de otra problemática, luego de que el gobierno de Donald Trump emitiera una orden con la para que 46 estados retiren de sus programas de educación sexual todas las referencias a la identidad de género.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) envió una carta a través de la Administración para Niños y Familias (ACF) en la que se exige en un plazo de 60 días la eliminación de “todas las referencias a la ideología de género” en los currículos financiados por el Programa de Educación sobre Responsabilidad Personal (PREP, por sus siglas en inglés).
Si las instituciones de los estados advertidos incumplen esta nueva norma podría significar la pérdida de millones de dólares en subvenciones federales.
Con esta reciente orden, los programas educativos deberán eliminar libros, módulos y materiales informativos que posean contenidos que promueven “la ideología de género”.
El Secretario Adjunto Interino de la Administración para Niños y Familias, Andrew Gradison, afirmó en unas declaraciones la “razón” de esta decisión. “Los fondos federales no se van a utilizar para envenenar las mentes de las siguientes generaciones o avanzar en agendas ideológicas peligrosas. El Gobierno de Trump se asegurará de que los programas educativos reflejen la intención del Congreso, no las prioridades de la izquierda”, expresó.
Esta ofensiva no solo representa una pérdida simbólica y material para los derechos trans, sino que también se inscribe dentro de una agenda administrativa estructurada que busca eliminar de raíz las visibilización, pluralidad y apoyo a identidades diversas en el ámbito educativo y gubernamental.
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