Cassandro, también conocido como Saúl Armendáriz fuera del cuadrilátero, marcó un hito en la historia de la lucha libre mexicana al convertirse en el primer luchador en el país en declarar abiertamente su homosexualidad.
En la década de los 80, su llegada al mundo de la lucha libre no solo desafió los límites del deporte, sino que también lo transformó en un espacio de expresión artística y personal.
A pesar de que se han realizado documentales sobre la vida del luchador, apodado “el Liberace de la Lucha Libre” o “Cassandro El Exótico”, nunca antes se había producido una película de ficción que abordara su historia. Este nuevo filme, titulado simplemente “Cassandro”, hizo su debut mundial en enero en el Festival Sundance en Estados Unidos y ahora se encuentra disponible en Amazon Prime Video.
Bajo la dirección del estadounidense Roger Ross Williams, la película también cuenta con una breve participación del rapero puertorriqueño Bad Bunny.
El camino de Cassandro
Cassandro vino al mundo en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, Estados Unidos, y su vida transcurrió entre ese lugar y Ciudad Juárez, del lado mexicano.
En un documental de la BBC en 2016, el luchador rememoraba los momentos de discriminación que enfrentó desde su infancia debido a su orientación sexual. A los seis años, fue llamado a la oficina del director de su escuela en El Paso, sin comprender por qué. Ahora entiende que se debió a su orientación sexual.
Con 16 años, Cassandro tomó la decisión de mudarse a Ciudad Juárez con el sueño de convertirse en luchador.
Su valentía y determinación marcarían el inicio de una carrera que desafiaría estereotipos y prejuicios arraigados en el mundo de la lucha libre.
“La lucha es tan masculina, tan machista. Muchos dicen: ‘Un homosexual no puede hacer esto’. Así que me gusta provocarlos un poco”.
Cassandro, 2016.
En 1992, Cassandro escribió un capítulo legendario en la historia de la lucha libre al convertirse en el primer luchador exótico en ganar un campeonato de renombre, el Mundial Ligero de la Asociación Universal de la Lucha (UWA).
Este hito no solo demostró que la orientación sexual no determina la habilidad en el cuadrilátero, sino que Cassandro superó expectativas y se convirtió en un ícono de la lucha libre mexicana.
El legado de Cassandro
La historia de Cassandro es mucho más que la de un luchador excepcional; es un testimonio de coraje, autenticidad y resiliencia.
Su valentía para desafiar normas sociales y su éxito en el deporte han dejado una huella imborrable en la lucha libre mexicana y en la comunidad LGBTQ+.
Cassandro continúa siendo un ejemplo inspirador para quienes buscan romper barreras y vivir con autenticidad, recordándonos que la verdadera fortaleza radica en ser uno mismo, sin importar las circunstancias. Su legado perdura como un faro de esperanza y empoderamiento para generaciones presentes y futuras.
