La PrEP, la píldora de prevención del VIH, es una herramienta destinada a las personas no infectadas por el VIH y tiene como objetivo reducir sus posibilidades de contraer el virus.
La PrEP no discrimina y es efectiva para personas de todos los ámbitos de la vida. Actualmente, más de 150.000 personas en Estados Unidos ya la utilizan y se estima que más de 1 millón de personas podrían beneficiarse de ella, a pesar de que cuando recibió la aprobación en 2012, su aparición provocó debate y confusión, según reseñó la revista Semana.
Para obtener PrEP es necesario contar con una receta médica. Por lo general, los médicos recetan PrEP solo cuando consideran que una persona tiene un alto riesgo de infección por VIH y podría beneficiarse de esta herramienta adicional en su estrategia de salud sexual.
Recientemente, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. respaldó dos nuevos medicamentos para la PrEP: uno en forma oral y otro en forma de inyección de acción prolongada. Estas opciones podrían reducir las disparidades existentes y mejorar el acceso.
“Con una eficacia de más del 90 por ciento cuando se usa correctamente, la única barrera para reducir drásticamente la incidencia del VIH en los EE. UU. es abordar la baja cobertura sistémica”, afirmó el grupo de trabajo en la revista JAMA.
En el contexto actual, existen dos medicamentos aprobados como PrEP en los Estados Unidos:
- Truvada, aprobado para su uso en adultos de todos los géneros.
- Descovy, aprobado exclusivamente para hombres cisgénero que tienen relaciones sexuales con hombres y mujeres transgénero que tienen relaciones sexuales con hombres.
Inicialmente, tanto Truvada como Descovy fueron desarrollados como parte de un régimen de tratamiento para personas que ya vivían con el VIH. Sin embargo, los científicos descubrieron rápidamente su eficacia en la prevención de la infección en personas VIH negativas.
¿Está probada?
La eficacia de la PrEP ha sido respaldada por más de 15 ensayos experimentales que demostraron su seguridad y eficacia cuando se toma correctamente. Estos estudios incluyeron a hombres homosexuales y bisexuales, mujeres transgénero y parejas heterosexuales cisgénero.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., la PrEP reduce el riesgo de contraer el VIH a través del sexo en un 99% y disminuye el riesgo al compartir agujas o equipos para inyectarse drogas en un 74%.
Los casos de fallo en la PrEP son extremadamente raros.
Aunque la PrEP puede proporcionar una protección efectiva contra el VIH, no protege contra otras infecciones de transmisión sexual (ITS) como la sífilis y la gonorrea. Además, para las personas expuestas al VIH a través de drogas inyectables, la píldora no previene infecciones transmitidas por la sangre, como la hepatitis C.
Algunas personas prefieren la PrEP en forma de pastilla, especialmente aquellos que tienen aversión a las agujas. El Dr. John Wong, miembro del grupo de trabajo, señaló que en 2019, el primer medicamento PrEP oral recibió una calificación A, lo que generalmente implica que las compañías de seguros médicos lo cubrirán sin costos de bolsillo para los pacientes.
A pesar del respaldo médico, el conocimiento y la disposición de las personas para utilizar la PrEP pueden verse influenciados por una histórica desconfianza en el sistema de atención médica y los malos tratos por parte de los proveedores de atención médica, advirtió el experto.
Es importante destacar que la PrEP es segura. Algunas personas la han estado usando para protegerse del VIH durante más de cinco años, y los investigadores no han informado de efectos significativos a largo plazo en la salud.