En la parte sur del Océano Pacífico se encuentra la Polinesia Francesa, una región que acumula 118 islas repartidas en cinco archipiélagos, el cual se ha establecido como uno de los lugares ideales para hacer turismo si formas parte de la comunidad LGBTQ+.
El territorio cuenta con leyes que protegen y mejoran la calidad de vida de los miembros del colectivo LGBTQ+, como el matrimonio igualitario, leyes en contra de la discriminación, prohibición de las terapias de conversación, entre otras. Además, el destino es conocido por ser amigable y sumamente tolerante con las personas queer.
Este lugar contiene diversos paraísos para visitar, algunos de ellos son:
Bora Bora: Con sus icónicos bungalows sobre el agua, es ideal para los amantes del mar y la naturaleza, siendo considerado como una de las regiones lideres en protección marina y ambiental.

Tuamotu: Alberga algunos de los mejores escenarios de buceo del mundo, con atolones como Rangiroa, segundo más grande del mundo, famoso por su biodiversidad acuática y vida marina excepcional.

Además de sus playas y zonas paradisiacas, la Polinesia Francesa apuesta por un turismo responsable. Iniciativas como el programa Fāri’ira’a Manihini 2027 promueven la conservación ambiental, el uso de energías limpias y la inclusión comunitaria, evitando el turismo masivo para preservar la esencia de estas islas.
Ideal tanto para recién casados como para viajeros solitarios, familias o buscadores de experiencias significativas, la Polinesia Francesa se posiciona como uno de los mejores destinos para visitar si formas parte de la comunidad LGBTQ+.
¿Qué opinas sobre este paraíso? Te leemos.