A los 16 años, Alberto Jiménez recibió una noticia que cambiaría su vida para siempre: era portador del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). La forma en que recibió este diagnóstico fue traumática. Tras un segundo análisis, un médico lo sentenció con brusquedad: “pues fíjate que tú tienes SIDA”.
Este momento marcó el inicio de un duro camino para Alberto, quien se sumió en una profunda depresión y llegó incluso a considerar el suicidio.
“Comencé a torturarme mentalmente, psicológicamente. Yo tenía 16 años de edad. Fue un proceso bien difícil porque tenía que lidiar con ese diagnóstico”, recordó Alberto a la Voz de América. En un momento de desesperación, decidió suspender su tratamiento, lo que empeoró su situación.
En Nicaragua, el estigma que rodea al VIH es palpable, especialmente en el momento en que Alberto recibió su diagnóstico.
No fue sino hasta los 22 años que decidió compartir su condición, encontrando apoyo en su comunidad religiosa.
Hoy, a sus 28 años, Alberto considera que los prejuicios persisten, lo que lleva a muchas personas a mantener en secreto su diagnóstico. “Son contados con los dedos de la mano las personas que han logrado expresar y hacer público su diagnóstico, yo soy una de esas personas”, afirma.
En noviembre de 2022, Alberto y su pareja dejaron Nicaragua debido al estigma y la discriminación que enfrentaron durante años en su país de origen.
Manejo insuficiente del problema
Según datos oficiales hasta septiembre de 2021, Nicaragua cuenta con 9.691 casos registrados de VIH desde 1987. Sin embargo, expertos lamentan la escasa educación y formación sobre el tema, tanto en el público en general como en el personal médico.
Leonel Argüello, especialista en epidemiología, destacó en Artículo66 la ausencia de una campaña educativa permanente sobre la prevención del VIH-SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual en Nicaragua.
Además, señala la falta de información sobre la cantidad de exámenes de laboratorio que el Ministerio de Salud realiza a nivel nacional.
A pesar de este panorama, el gobierno nicaragüense presenta una imagen internacional de lucha contra la enfermedad. Ante la ONU en junio de 2023, el representante Jaime Hermida afirmó que el país brinda una atención integral, universal y de calidad a través de tratamientos y exámenes gratuitos.
“Hoy más que nunca es urgente poner fin a las ilegales medidas coercitivas unilaterales impuestas a más de una tercera parte de la población mundial”, subrayó, escudándose en las sanciones que enfrenta el gobierno de Daniel Ortega como posible motivo para la poca atención social a las personas con VIH.