En los últimos años, se ha observado un notorio aumento de discursos que promueven el odio, la discriminación y la violencia en plataformas digitales y redes sociales. En ese sentido, el Gobierno de Costa Rica anunció la creación de una Estrategia Nacional para contrarrestar este fenómeno.
En colaboración con las Naciones Unidas, se llevará a cabo la elaboración y aplicación del enfoque metodológico, el análisis de la situación y el trabajo de campo, que incluirá talleres participativos, consultas con diversos sectores y expertos, así como la producción de material documental.
La estrategia costarricense, siendo pionera en Latinoamérica, está alineada con las prioridades del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, quien ha subrayado en repetidas ocasiones la urgencia de tomar medidas para combatir estos sentimientos que apelan a lo peor de la condición humana.
Para Guterres, la incitación al odio refuerza la discriminación y la estigmatización, y se dirige “con mayor frecuencia” contra las mujeres, los refugiados y migrantes, así como contra las minorías, en donde se incluye la comunidad LGBTIQ+.
“Si no se controla, puede incluso perjudicar la paz y el desarrollo, al sentar las bases de conflictos y tensiones, así como de violaciones masivas de los derechos humanos”, señaló Guterres.
Este proceso será dirigido por un equipo multidisciplinario de profesionales de la ONU y el Gobierno de Costa Rica, que cuentan con una amplia experiencia en este ámbito. Se espera que el plan esté completado antes de que concluya el año 2023.
“Es de vital importancia no permitir que las expresiones de odio, violencia y discriminación se normalicen en entornos públicos y digitales. Hoy reconocemos la necesidad de una acción decidida tanto por parte del Estado como de todos los actores sociales para hacer frente a este desafío”, enfatizó Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación de Costa Rica.
La Estrategia de Costa Rica permitirá determinar responsabilidades, establecer nuevos mandatos de supervisión y control, e identificar áreas de intervención. Además, ofrecerá soluciones que deberán ser lideradas por el Estado costarricense, en colaboración con sus respectivas instituciones, con el fin de poner fin a las expresiones que incitan al odio y la exclusión.
Tanto el país centroamericano como la ONU han estado investigando y tomando medidas sobre este tema desde el año 2018.
El informe más reciente sobre discursos de odio en Costa Rica reveló un continuo aumento en las expresiones que promueven el odio y la segregación durante los últimos años.
Dicho informe hacía un llamado específico a la adopción de medidas contundentes para frenar esta ola de odio y discriminación.
En el periodo comprendido entre junio de 2022 y mayo de 2023, se identificaron más de 1.4 millones de mensajes y conversaciones perjudiciales en redes sociales, en comparación con los 937,000 detectados en 2022, lo que representó un incremento del 50% en este tipo de manifestaciones. Sin embargo, si lo comparamos con las cifras de 2021, el aumento fue del 255%.
Un país que busca avances
En mayo de 2020, Costa Rica se convirtió en el primer país de Centroamérica en legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Este hito representó un avance significativo en el ámbito político, especialmente considerando que el tema generó divisiones entre la población durante la campaña presidencial de 2018.
Esto adquiere aún mayor relevancia en una subregión con marcadas influencias religiosas y una arraigada tendencia hacia el conservadurismo social.
Para la organización Humans Rights Watch (HRW), la reivindicación de los derechos de las parejas del mismo sexo en Costa Rica tiene gran significancia regional. “Demuestra un firme respeto del país por las obligaciones internacionales asumidas y las instituciones de las cuales es parte”, expresó la agrupación.
“Que Costa Rica se sume a los países de la región que respetan los derechos en lo vinculado con las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) debe servir de inspiración a otros países de la región donde la igualdad debería ser la norma”, señala HRW.
De igual forma, en el 2019 el Tribunal Supremo de Elecciones reformó un reglamento para permitir el cambio de nombre por identidad de género autopercibida y eliminar la indicación del sexo de nacimiento en las cédulas de identidad, según reportó la agencia EFE.
“Otros avances costarricenses han sido cambios en reglamentos para garantizar a las parejas del mismo sexo el seguro social familiar, la pensión por muerte de la pareja y las visitas hospitalarias”, informó la cadena de noticias.
Año tras año, los desfiles por el Orgullo reciben nuevos asistentes con mensajes como “Nadie puede comprar nuestro orgullo”, “Elevamos nuestras voces de rebeldía y resistencia”, “Las familias son diversas y todas son válidas”, y “Ser distintos no es un problema; el problema radica en ser tratados de manera distinta”.