La elección del nuevo líder de la Iglesia Católica, Robert Prevost, reconocido ahora como León XIV, ha iniciado un debate en social en que se plantea la duda de como su papado tratará a la comunidad LGBTQ+.
Antes de ser elegido como Papa, Prevost había expresado su desaprobación hacia lo que considera una creciente simpatía de los medios y la cultura pop por creencias y prácticas que, según él, contradicen el Evangelio. Dentro de dichos comentarios remarcó de manera negativa el “estilo de vida homosexual” y las “familias alternativas compuestas por parejas del mismo sexo y sus hijos adoptados”.
A pesar de sus comentarios, existe un sector que piensa que el Papa León XIV podría plantear un ambiente inclusivo para la comunidad LGBTQ+ debido a la buena relación que poseía con el Papa Francisco, pontífice que promovió una postura más abierta para los miembros del colectivo por primera vez en la historia.
Con la llegada de Prevost al papado, los creyentes conservadores han recibido con agrado su postura, mientras que el movimiento LGBTQ+ se muestra preocupado por el efecto que podría traer este cambio a la Iglesia. Si bien el futuro de este nuevo Papa es incierto aun, sus pensamientos pasados podrían marcar la dirección a la que se dirigirá el catolicismo los próximos años.
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