El pasado domingo, miembros de los grupos Man Up y Legacy de la Iglesia Destiny interrumpieron la Marcha del Orgullo LGBT que se estaba realizando en Auckland, Nueva Zelanda. La agrupación liderada por personas indígenas le exigió al gobierno que “protegiera a los niños inocentes de la perversión”.
Los manifestantes realizaron una haka, danza maorí de guerra tradicional de su cultura, como una forma de protesta. Posteriormente, se reportó que algunos individuos miembros de los grupos mencionados rompieron varias barreras policiales.
El acontecimiento culminó con la policía local llegando a la zona, y a pesar de que no se realizaron arrestos, los cuerpos de seguridad ahuyentaron a los protestantes del lugar.
El Primer Ministro, Christopher Luxon, dio unas palabras sobre lo sucedido, y aunque hizo énfasis en la importancia de la libertad de expresión, comentó que los manifestantes de la Iglesia Destiny fueron “demasiado lejos”.
El líder de la Iglesia, Brian Tamaki, publicó un mensaje a través de las redes sociales en relación a lo sucedido. “¡Nuestros jóvenes radicales ya no aguantan más! ¡Nuestros hombres de Man Up ya no aguantan más! ¡La Iglesia Destiny ya no aguanta más!”, expresó el jefe religioso.
Este altercado ha generado debate en el país, teniendo a varias personas criticando la interrupción del Desfile LGBT, y a otros felicitando las acciones de los miembros de Man Up y Legacy de la Iglesia Destiny.
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