En la ciudad de Orlando en Florida, activistas de la comunidad LGBTIQ+ fueron arrestados por los cuerpos policiales luego de que varias pintaran nuevamente el cruce arcoíris del memorial Pulse, un lugar de respeto y honor para el colectivo.
Durante el año 2016, 49 personas fueron asesinadas en un tiroteo en la discoteca Pulse, siendo considero el ataque más violento en contra del colectivo LGBTIQ+ en Estados Unidos. Posteriormente en el 2017, se inauguró un cruce peatonal con la bandera arcoíris para honrar a las personas que perdieron la vida durante el atentado.
Sin embargo, el Departamento de Transporte de Florida retiró los colores del cruce peatonal durante la noche del 21 de agosto sin motivo aparente.
Tras esto, varias personas decidieron responder pintando el cruce con los colores de la bandera LGBTIQ+ otra vez, además de escribir mensajes como “We’re Just Getting Started” (apenas comenzamos) y “Rainbows Are Not Illegal” (los arcoíris no son ilegales).
La policía en consecuencia detuvo a varios manifestantes, acción que no logró sofocar el clamor ciudadano. En su lugar, los activistas se organizaron en una marcha de más de un kilómetro con destino al Ayuntamiento de Orlando. En el trayecto, continuaron plasmando mensajes y colores en las banquetas como acto de resistencia y recuerdo.
La directora ejecutiva de la organización Equality Florida, Nadine Smith, habló sobre la situación. “Este acto está diseñado para difundir miedo, desmoralizarnos y empujarnos de nuevo a las sombras”, expresó.
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