Por primera vez desde la legalización del matrimonio igualitario en Estados Unidos en el año 2015 tras el fallo Obergefell, la Corte Suprema del país norteamericano se enfrenta hoy a la posibilidad de revisar y analizar ese fallo histórico.
La apelación ha sido presentada por Kim Davis, exsecretaria del condado de Rowan, Kentucky, quien en 2015 se negó a expedir licencias matrimoniales a parejas del mismo sexo, para posteriormente ser encarcelada durante cinco días por desobedecer órdenes judiciales.
La exsecretaria ha recurrido una sentencia que la obligó a pagar 100.000 USD en concepto de daños emocionales y otros 260.000 USD en honorarios legales.
En su apelación, la mujer argumenta que la Primera Enmienda, que protege la libertad religiosa, la exime de responsabilidad personal. Sumado a esto, Davis asegura que el fallo Obergefell es cuestionable, calificándolo como “flagrantemente erróneo” y clamando por su revocación.
A pesar de los argumentos de Davis, los tribunales de menor instancia de Estados Unidos han rechazado las apelaciones. Mientras tanto, expertos y expertas judiciales consideran que es poco probable que este caso prospere.
Aunque el Tribunal tiene una mayoría conservadora dispuesta a reconsiderar precedentes como el aborto, consideran que el caso de Davis es una vía débil para revocar el matrimonio igualitario. El proceso está en manos de la Corte, que deberá decidir si admite a trámite esta petición durante el otoño de 2025.
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